La Residencia tiene como fin prestar un servicio integral a los residentes, para conseguir mayor calidad de vida, en un ambiente de convivencia y de participación fundamentado en los principios de convivencia y valores del humanismo cristiano.
La persona anciana necesita experimentar en profundidad el sentido de la vida humana: amar y sentirse amada. Hemos de trabajar para que estas personas sean respetadas en sus derechos y en su dignidad, tanto por parte de sus familias como de la sociedad. (Directorio art. 67)
El centro, de acuerdo con su ideario católico, prestará los siguientes servicios religiosos: celebración de la Eucaristía, oración comunitaria, la unción de los enfermos y otras celebraciones propias del tiempo litúrgico. Mediante este servicio se pretende anunciar la Buena Nueva de Jesús de Nazaret, facilitando la experiencia de Dios y contribuyendo a dar sentido a los años. Para ello contamos con las personas y la Iglesia en la residencia. La asistencia será voluntaria.
